El encadenado horizontal inferior puede incluirse en la plantilla o zapata corrida o bien ejecutarse sobre el cimiento. Se realiza colocando la estructura de acero compuesto por 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas, dejando hierros previstos para luego ejecutar el encadenado vertical. Una vez encofrada se vierte el hormigón.

La primera fila de ladrillos se pegará sobre una faja nivelada agregando el mortero. Una vez que se alcanza la altura del contrapiso interior se sugiere la ejecución de una capa aisladora horizontal mezclando el mortero con aditivo hidrófugo. Se prosigue con la elevación de la mampostería realizando las hiladas trabadas para evitar un asentamiento irregular.

El encadenado se refuerza de forma vertical mediante estructuras de acero armadas en relación al encadenado inferior respetando los diámetros y separaciones de las barras; y posteriormente se encofran para ser llenadas con hormigón. Se realizan en torno a muros llenos, a una distancia entre los mismos de hasta 4 metros.

En el caso de poseer aberturas en el muro se prevé la colocación de dinteles, cuyo largo debe superar 60cm hacia cada lado de la abertura y se ejecuta colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 250mm, que luego se encofran y llenan con hormigón.

Al finalizar la elevación del muro se ejecuta el encadenado superior, colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas que se unen a las barras del encadenado vertical y luego se encofran y hormigonan.

Según el material elegido, en la superficie interior se puede aplicar un revoque al yeso, revoque grueso y fino tradicional o revoque interior premezclado listo para usar. En la superficie exterior se puede optar por un revoque grueso tradicional o un revoque premezclado con ceresita.

El encadenado horizontal inferior puede incluirse en la plantilla o zapata corrida o bien ejecutarse sobre el cimiento. Se realiza colocando la estructura de acero compuesto por 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas, dejando hierros previstos para luego ejecutar el encadenado vertical. Una vez encofrada se vierte el hormigón.

La primera fila de ladrillos se pegará sobre una faja nivelada agregando el mortero. Una vez que se alcanza la altura del contrapiso interior se sugiere la ejecución de una capa aisladora horizontal mezclando el mortero con aditivo hidrófugo. Se prosigue con la elevación de la mampostería realizando las hiladas trabadas para evitar un asentamiento irregular.

El encadenado se refuerza de forma vertical mediante estructuras de acero armadas en relación al encadenado inferior respetando los diámetros y separaciones de las barras; y posteriormente se encofran para ser llenadas con hormigón. Se realizan en torno a muros llenos, a una distancia entre los mismos de hasta 4 metros.

En el caso de poseer aberturas en el muro se prevé la colocación de dinteles, cuyo largo debe superar 60cm hacia cada lado de la abertura y se ejecuta colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 250mm, que luego se encofran y llenan con hormigón.

Al finalizar la elevación del muro se ejecuta el encadenado superior, colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas que se unen a las barras del encadenado vertical y luego se encofran y hormigonan.

Según el material elegido, en la superficie interior se puede aplicar un revoque al yeso, revoque grueso y fino tradicional o revoque interior premezclado listo para usar. En la superficie exterior se puede optar por un revoque grueso tradicional o un revoque premezclado con ceresita.

El encadenado horizontal inferior puede incluirse en la plantilla o zapata corrida o bien ejecutarse sobre el cimiento. Se realiza colocando la estructura de acero compuesto por 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas, dejando hierros previstos para luego ejecutar el encadenado vertical. Una vez encofrada se vierte el hormigón.

La primera fila de ladrillos se pegará sobre una faja nivelada agregando el mortero. Una vez que se alcanza la altura del contrapiso interior se sugiere la ejecución de una capa aisladora horizontal mezclando el mortero con aditivo hidrófugo. Se prosigue con la elevación de la mampostería realizando las hiladas trabadas para evitar un asentamiento irregular.

El encadenado se refuerza de forma vertical mediante estructuras de acero armadas en relación al encadenado inferior respetando los diámetros y separaciones de las barras; y posteriormente se encofran para ser llenadas con hormigón. Se realizan en torno a muros llenos, a una distancia entre los mismos de hasta 4 metros.

En el caso de poseer aberturas en el muro se prevé la colocación de dinteles, cuyo largo debe superar 60cm hacia cada lado de la abertura y se ejecuta colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 250mm, que luego se encofran y llenan con hormigón.

Al finalizar la elevación del muro se ejecuta el encadenado superior, colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas que se unen a las barras del encadenado vertical y luego se encofran y hormigonan.

Según el material elegido, en la superficie interior se puede aplicar un revoque al yeso, revoque grueso y fino tradicional o revoque interior premezclado listo para usar. En la superficie exterior se puede optar por un revoque grueso tradicional o un revoque premezclado con ceresita.

El encadenado horizontal inferior puede incluirse en la plantilla o zapata corrida o bien ejecutarse sobre el cimiento. Se realiza colocando la estructura de acero compuesto por 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas, dejando hierros previstos para luego ejecutar el encadenado vertical. Una vez encofrada se vierte el hormigón.

La primera fila de ladrillos se pegará sobre una faja nivelada agregando el mortero. Una vez que se alcanza la altura del contrapiso interior se sugiere la ejecución de una capa aisladora horizontal mezclando el mortero con aditivo hidrófugo. Se prosigue con la elevación de la mampostería realizando las hiladas trabadas para evitar un asentamiento irregular.

El encadenado se refuerza de forma vertical mediante estructuras de acero armadas en relación al encadenado inferior respetando los diámetros y separaciones de las barras; y posteriormente se encofran para ser llenadas con hormigón. Se realizan en torno a muros llenos, a una distancia entre los mismos de hasta 4 metros.

En el caso de poseer aberturas en el muro se prevé la colocación de dinteles, cuyo largo debe superar 60cm hacia cada lado de la abertura y se ejecuta colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 250mm, que luego se encofran y llenan con hormigón.

Al finalizar la elevación del muro se ejecuta el encadenado superior, colocando 4 barras longitudinales de Ø8mm y estribos de Ø6mm cada 200mm en zonas normales y cada 100mm en zonas críticas que se unen a las barras del encadenado vertical y luego se encofran y hormigonan.

Según el material elegido, en la superficie interior se puede aplicar un revoque al yeso, revoque grueso y fino tradicional o revoque interior premezclado listo para usar. En la superficie exterior se puede optar por un revoque grueso tradicional o un revoque premezclado con ceresita.